Lavar, Planchar y Cocinar…TAMBIÉN ES TRABAJAR
Por: Piedad Morales/Mujeres que Crean
En el marco de la conmemoración del Día Internacional por los derechos de las mujeres y acogiendo la consigna mundial “Si nuestras vidas no valen, ¡produzcan sin nosotras!”, la Corporación para la Vida Mujeres que Crean participó del Paro Internacional de Mujeres - PIM, impulsado desde de octubre de 2016, por diversas organizaciones de mujeres, como respuesta a la actual violencia social, legal, política, moral y verbal, experimentada por las mujeres en distintos lugares del mundo.
Vea fotografías del Paro realizado por Mujeres que Crean
Según Naciones Unidas va en aumento la informalidad laboral, una abrumadora mayoría de mujeres trabaja en este tipo de economía, atendiendo además trabajos de cuidados y domésticos, igualmente se concentran en los empleos peor remunerados, con menos cualificaciones y con poca o ninguna protección social. En este contexto, apenas el 50 % de las mujeres en edad de trabajar están representadas en la población activa mundial, frente a un 76 % en el caso de los hombres. Hacemos un llamado a lograr que la igualdad de género en el trabajo es indispensable para el desarrollo sostenible, la superación de la desigualdad y las crisis humanitarias.
Desde la Corporación sentamos nuestra postura crítica ante la situación económica y social que viven las mujeres en Colombia, dadas las lamentables condiciones materiales de existencia reflejadas en el desempleo más alto en relación al masculino, un 20% de brecha salarial, menor acceso a los puestos de trabajo en la economía formal. Según el Informe Desempleo femenino en Colombia del Banco de la República y el Banco Interamericano de Desarrollo - BID, el desempleo femenino ocupa la tasa más alta en Latinoamérica, “ las mujeres menores de 25 años, con educación secundaria completa y que son cabeza de hogar, experimentan las mayores brechas (laborales); así mismo, las mujeres casadas presentan tasas de desempleo dos veces más alta que las de los hombres, y al parecer, dicha condición limita sus posibilidades de participación en el mercado laboral” en contraste con el hecho de que las mayores responsabilidades recaen en la vida de las mujeres.
Las mujeres de Medellín continuamos elevando nuestras voces, rechazando y denunciando la indolencia estatal y el incumplimiento con las mujeres, la vulneración de los derechos individuales y colectivos, las políticas gubernamentales de entrega del patrimonio nacional, los hechos de corrupción, el abandono a poblaciones indígenas y afros, la desatención a las y los adultos mayores y a la población infantil, las barreras para acceder al derecho a educación y salud con calidad y oportunidad. Objetamos la tentativa de aumento en la edad de pensión, además nos solidarizándonos con las 60.000 madres comunitarias en su exigencia por la vinculación laboral a la que tienen derecho, nos oponemos al recorte del presupuesto para programas sociales por parte de la administración municipal, así como a la vulneración a nuestro derecho a participar de las decisiones que nos afectan impidiendo nuestro accionar como agentes clave del desarrollo.
Vea fotografías de la movilización del 8 de marzo en Medellín
Frente a la violencia, uno de los más graves problemas que sufren las mujeres en el mundo, consideramos que desde el estado, los medios de comunicación y algunos sectores de la sociedad se refuerza la concepción patriarcal del poder, los feminicidios siguen en aumento y la impunidad es el común denominador. En relación al proceso de post acuerdo y la construcción de la paz nuestro más enérgico rechazo a los crímenes contra defensoras y defensores de derechos humanos, en particular de las lideresas y exigimos que “Paren la guerra contra las mujeres, construyamos Paz".